jueves, 23 de agosto de 2007

UN PROYECTO INCONSULTO Y DISCRIMINATORIO


El Proyecto Baba ha subestimado el número de personas realmente afectadas por su construcción, reduciéndolas a 191. Al no considerar al río como parte de todo un ecosistema, no se contempla las afectaciones a la población ribereña que se vería privada de sus medios de subsistencia, en ambas riberas de los ríos Baba, Quevedo y Vinces, así como a los afectados por la instalación de infraestructuras conexas y a la población asentada aguas arriba que serían afectadas con la alteración del régimen hídrico.

Desde la presentación del diseño original hasta este momento, el proyecto se ha caracterizado por socavar el derecho al consentimiento y toma de decisión de la población, la cual ha sido varias veces reprimida brutalmente por la fuerza policial, bajo orden de las autoridades de la provincia. No se realizó en ningún momento una consulta a las comunidades negras asentadas en la zona ni mucho menos a las comunidades tsáchilas que se encuentran río arriba, violentando también los derechos ancestrales que les protegen. Las consultas – garantía constitucional de los ecuatorianos– son comúnmente confundidas por métodos de información y divulgación de decisiones que son tomadas sin el verdadero consentimiento de los reales afectados.